viernes, 24 de enero de 2014

CAÑON DEL COLCA: MADRIGAL - NEVADO BOMBOYA - TAPAY - HUARURO - SANGAYE - CABANAONDE


 
DIA 0: LIMA – AREQUIPA -CHIVAY 
Siempre es para mi una tortura tomar un  avión de madrugada: Levantarme a las 4:00 am y someterme a un Taxi de cincuenta soles al aeropuerto, cuando veinte soles, para los veinte minutos que dura el viaje a esa hora estarían bien pagados.

Como es costumbre dormí durante el vuelo a Arequipa; solo me desperté unos minutos para tomar el desayuno de la “Cajita Infeliz” de LAN. Tal vez si me dieran cinco cajitas estaría contento, pero no era el caso, ya comería algo mejor en mi destino.

 
A las 8:00 am el avión toca tierras arequipeñas y había que correr. Un Taxi al terminal terrestre (S/ 15,00) para recoger los balones de gas butano para la expedición: Los mandamos por tierra (S/10,00) porque el envío por vía aérea está prohibido. Imagínense, si las líneas aéreas se orinan de miedo porque prendes tu teléfono celular en pleno vuelo, que incontinencias fisiológicas no sentirán si llevas un balón de gas de cien gramos en la bodega.
 Luego, por S/ 13,00 compré mi boleto para desplazarme al pueblo de Chivay donde me esperaba Daniel Sparrow desde el día de ayer.  El bus salió al mediodía, el viaje duro poco menos de cuatro horas y casi a las 4:00 pm, bajo una leve lluvia estábamos ya reunidos en la plaza de armas del pueblo, instalados en el Hotel "Balcones del Colca"  y cenando en el mercado rocoto relleno con pastel de papa con queso y jugo de frutas.

Chivay, por la noche, es un pueblito que vale la pena recorrer. La avenida principal cuenta con más de veinte estatuas alusivas a las danzas típicas de la región con una en especial que tiene el rostro de un muchacho llamado Ciro Castillo, un estudiante de la Universidad Nacional Agraria que hace unos años murió desbarrancado en la ruta que une los pueblos de Madrigal y Tapay, muerte que ocurrió en muy extrañas circunstancias que nunca llegaron a aclararse.





DIA 01: CHIVAY – MADRIGAL: ACTOS PREPARATORIOS:

Muy temprano nos desplazamos de Chivay a Madrigal por la módica suma de S/4,00, a donde llegamos en casi dos horas con todas las ganas de iniciar la caminata ese mismo día, sin embargo no fue posible por muchas razones: El clima no nos era favorable puesto que el cielo estaba ligeramente nublado, pero eso era lo menos importante. Decidimos entrevistar a varios pobladores para preguntarles sobre la ruta que pensábamos hacer y realmente acopiamos información contradictoria: mientras unos nos decían que el camino era totalmente visible y fácil de recorrer, otros nos decían que era todo lo contrario, incluso que nuestras vidas podrían estar en peligro, es así que decidimos quedarnos una noche en Madrigal, contratar los servicios de un guía local y explorar el camino sin equipo.






















 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A las 11:30 de la mañana recorrimos un tramo de 3,5 kilómetros desde Madrigal hasta el Río Sahuayta, donde paramos en un punto llamado "el estacionamiento", desde allí Daniel exploró una zona llamada la Fortaleza de Chimpa, a unos dos kilómetros. Valga mencionar que la Fortaleza de Chimpa es uno de los últimos lugares donde se vio con vida al estudiante Ciro Castillo. Entre tanto yo regresé a Madrigal para coordinar la logística lo cual era muy complicado debido a los horarios y costumbres de los pobladores. Primero tenía que conseguir el hospedaje. El problema era que el único hospedaje en el pueblo es el Hostal Municipal y la persona que lo administra recién llega a las cinco de la tarde según nos informaron. Lo cierto es que llegó como a las nueve de la noche en total estado de ebriedad. Luego, sumado a la información poco precisa que nos proporcionaban los pobladores, fue difícil conseguir un guía, puesto las personas que se presentaban como tales no tenían la menor idea de la ruta, ni la logística para poder acompañarnos más de un día. Finalmente contratamos para el primer día al Señor Seferino Condori y su burrito para llevar las cosas, por lo menos ese primer día todo por sesenta soles.
 
Por la noche cenamos una sopa típica, muy buena y a dormir, coincidentemente en la misma habitación donde durmió, por última vez, Ciro Castillo, casualidades de la vida que enriquecían la anécdota.
 
 
 
DIA 02: MADRIGAL NEVADO BOMBOYA:

Cinco de la mañana suena un clásico blues, cortesía del despertador de iphone, que nos pone en pie. Seis de de la mañana estamos tomando desayuno y a las siete iniciando la caminata. Partimos de Madrigal , muy ligeros de equipaje, en compañía de nuestro eventual guía, Señor Seferino, quien en su burro llevaría nuestras mochilas, al menos por ese día. El primer tramo fue de tres kilómetros hasta el “estacionamiento” (UTM 19 L 019542 8274401 a 3281 msnm) dónde el camino se reparte a la izquierda, hacia la Fortaleza de Chimpa y a la derecha hacia el pueblo perdido de Malata Vieja, que es por donde fuimos. Desde este punto se iniciaba la subida al Bomboya por un camino a todas luces prehispánico que une las ruinas de pueblo perdido de Malata Vieja (UTM 19 L 0194445 8275416 a 3713 msnm), y la tumbas de Tambillo (UTM 19 L 0194090 8275606 a 3821 msnm), luego sigue el ascenso hasta un ojo de agua (UTM 19 L 0192807 8276347 a 4387 msnm), por cierto nos dijeron que no faltaría el agua, pero no era certera esa información, luego de este ojo de agua no encontraríamos agua hasta casi treinta horas después. Menos mal que nos abastecimos bien.
 
 
Foto: Daniel Sparrow
 
 






 
Al borde del atardecer llegamos a  a los 4904 msnm donde dejábamos atrás el camino de herradura para alcanzar las alturas del Bomboya. Allí establecimos nuestro primer campamento (UTM 19 L 0192090 8277518) con vista al valle del Colca.
 
 

  
DIA 03: BOMBOYA – QUEBRADA SOYOJANGO:
Ahora estábamos solos: Sin guía y sin burro; solo nos dejaron la promesa de que el camino era uno solo, visible en todo momento, plano, con acceso al agua y sin precipicios. No tardamos mucho en descubrir que lo que nos habían prometido era mentira. ¿Acaso esa promesa también se la  habrían vendido al pobre Ciro?, es algo que nos preguntamos en más de una ocasión durante la travesía.

Partimos a las siete de la mañana, con nuestras mochilas al hombro. Recorrimos un primer tramo de seis kilómetros rodeando el nevado (ex nevado) Bomboya  por su lado sur y luego por su lado oeste, manteniéndonos en la medida de lo posible en la cota de los 5000 metros sobre el nivel del mar, con tres marcados desniveles que nos hicieron descender unos doscientos metros para alcanzar tres pasos, el más alto de 5100 msnm.(UTM 19 L 0188631 8277928), con sólo una referencia clara esa mañana: una cruz en el camino (UTM 19 L 0189872 8277549) que nos daba esperanzas, no por ser una cruz, sino por ser una referencia. En este, segundo día en el Bomboya el camino se muestra poco claro, debido a la falta de mantenimiento, y bastante peligroso por contar con precipicios del lado izquierdo, para finalmente perderse del todo en una quebrada llamada Soyojanago (UTM 19 L 0188964 8279454).
En esos momentos nuestras únicas  esperanzas y referencias fue visualizar a lo lejos un grupo de vicuñas que con suma agilidad se desplazaban entre las cotas y desniveles del Bomboya; y en  la quebrada unas pircas o cercos de piedra al parecer abandonados, destinados al cuidado de animales.



Foto: Daniel Sparrow

 
En ese punto nos dividimos, Daniel con rumbo al suroeste, siguiendo la ruta  natural de la quebrada y yo al noroeste, tratando de superar una loma que, según el mapa, nos conducía a una quebrada sin nombre, afluente  de la quebrada principal. Finalmente luego de una hora y media de búsqueda, Daniel encontró el camino principal.

A estas alturas ya eran las cuatro de la tarde y sin mis chocolates Snickers estaba yo mas quisquilloso que Koki Belaunde del Perú. Caminamos tres kilómetros mas y encontramos (Daniel lo encontró) el mejor lugar para acampar (UTM 19 L 0186946 8277994 a 4311 msnm) de todo el Colca: Plano, totalmente plano en medio de una quebrada con una pendiente muy pronunciada; cubierto del viento y con acceso próximo a una fuente de agua: El santo grial del montañismo.

Serían las seis de la tarde cuando armamos nuestro campamento, luego de caminar un total de ocho kilómetros este día. Nuestras reservas de agua ya se habían agotado y  en casi  treinta  horas no habíamos hallado una fuente de agua, afortunadamente en el ojo de agua en el que paramos el día anterior, logramos proveernos de agua para este día.



 
 


 

Foto: Daniel Sparrow

 
 
 
 
Foto: Daniel Sparrow

DIA 04: QUEBRADA SOYOJANGO  - TAPAY:

Pensamos que el día de hoy sería relajado, de mero trámite: casi cuatro kilómetros desde nuestro campamento  hasta el pueblo de Tapay (UTM 19 L 0183500 8275500 a 3000 msnm); sin embargo el reto continuaba porque a medio camino fuimos sorprendidos por un incendio forestal producto de la estupidez de los pobladores locales que sin medir las consecuencias de sus estúpidos actos abren fuego en el monte, tal vez para habilitar áreas de cultivo, sin calcular que el incendio ocasionado afectara el camino prehispánico por el que veníamos y sobretodo a las personas que estábamos circulando por este, además de la flora y fauna.
 
 Daniel fue el primero en percatarse que el fuego subía rápidamente por la quebrada, primero en realidad estábamos siendo envueltos por una densa columna de humo. Teniamos 2 opciones : La primera era dejar las mochilas a merced del fuego y correr sin peso , cuesta arriba hasta estar a salvo , la segunda era arriesgar y correr cuesta abajo con la esperanza de que el fuego no alcanzara el camino hasta salir del incendio .No nos quedo más remedio que correr entre el humo segundos antes que el fuego invada nuestro camino. Una vez a salvo dimos media vuelta y pudimos observar el camino en llamas. Sólo me quedo pensar: Hijos de puta.

Serían las tres de la tarde cuando llegamos a Tapay, ese fantasmal pueblo donde debió llegar Ciro. Si bien su plaza e Iglesia estaban muy bonitas, optamos por caminar al pueblo siguiente a dos kilómetros de distancia  llamado Cosñirhua (UTMA 19 L 01883100 8274900) puesto que en Tapay no habían mayores servicios. Ya que al parecer a esa hora 4 pm todos los pobladores se encontraban trabajando en sus tierras , en cambio en Cosñirhua habían mas opciones ya que una trocha carrozable llega hasta allí, lo cual lo hace mas “Turistico”.A Cosñirhua llegamos a las siete de la noche, aproximadamente, y conseguimos un buen hospedajes llamado "Los paltos de Cosñirhua del Sr Mauricio ": una habitación, baño con ducha solar y  con una buena cena: sopa de trucha, trucha frita con arroz y palta. No estaba mal luego de tres días sin contacto humano.
 A Cosñirhua llegamos a las siete de la noche, aproximadamente, y conseguimos un buen hospedajes llamado "Los paltos de Cosñirhua del Sr Mauricio ": una habitación, baño con ducha solar y  con una buena cena: sopa de trucha, trucha frita con arroz y palta. No estaba mal luego de tres días sin contacto humano.




DIA 05: COSÑIRHUA - FURE - CATARATA -HUARURO - COSÑIRHUA:

Nos gusto tanto Cosñirhua y en especial su hospedaje que decidimos establecerlo como base, es decir dejamos nuestras cosas y emprendimos nuestra marcha con un equipo mínimo. La ruta de este día sería una caminata de quince kilometros hasta las cataratas de Fure y Huaruro. En un primer tramo de cuatro kilómetros por la margen derecha del Río Colca hasta la quebrada, por una carretera afirmada y luego un tramo de cuatro kilómetros más  hasta el poblado de Fure, ubicado al pie de la Catarata del mismo nombre.

 
Estábamos cansados y era casi la una de la tarde, pero nuestra curiosidad pudo más y nos arriesgamos a recorrer el tramo final hasta la catarata de Huaruro, realmente impresionante como el agua se abre paso entre los cerros y las rocas. Valió la pena el esfuerzo y las fotos lo demuestran, pese a que llegamos al anochecer a la carretera y pasadas las nueve de la noche a Cosñirhua. Lo único malo es que no alcanzamos la cena.

DIA 06: COSÑIRHUA SANGALLE:
Tras seis días de viaje nos tocaba un merecido descanso y este sería literalmente en la parte más profunda del Cañón del Colca en una zona llamada Sangalle u Oasis, siendo este último nombren realmente apropiado. Se trata de una zona antiguamente agrícola con afloramiento de aguas termales donde se han construido cinco albergues de corte rústico con todas las comodidades, cada uno de ellos con su buena piscina de aguas termales.
 
 

Lo interesante de este lugar es que es imposible llegar en algún tipo de vehículo. Únicamente se puede llegar caminando desde Cabanaconde, aproximadamente en cuatro horas o desde Cosñirhua en aproximadamente una hora y media o desde San Juan de Chuccho en 2 horas Así es que toda presona que vimos había llegado definitivamente a pie, o en burro.

 
Partimos tarde de Cosñirhua, a eso de las nueve de la mañana y en poco menos de dos horas estábamos ya en Sangalle, instalados en un albergue llamado Paraíso, disfrutando las aguas calientes y mirando de reojo, desde lo más profundo del cañón la parte alta del mismo donde se encuentra el pueblo de Cabanaconde, en lo más alto del cañon en una pared aparentemente infranqueable. De pensar que el día siguiente teníamos que superar ese tramo, ya me dolía todo el cuerpo. 

Foto: Daniel Sparrow

 DIA 07: SANGALLE CABANACONDE:
Nuestro descanso se prolongo durante toda la mañana de este último día en el Cañón del Colca, aprovechamos para visitar todos los albergues de Sangalle y darnos así una idea de lo que ofrecen.

Aproximadamente a las dos de la tarde, luego de algunas indecisiones del clima, finalmente partimos rumbo a Cabanaconde con la certeza que no llovería. El tramo es de aproximadamente cinco interminables kilómetros, superando un desnivel de mil metros. Llegamos a Cabanaconde como a las nueve de la noche, agotados, sin ganas de dar un paso más, y para dormir en un hotel sin agua. A la mañana siguiente partimos a Arequipa previo paso por el mirador del Cóndor, pero al parecer los cóndores estaba de huelga por que no vimos ni uno. Por la tarde llegamos a la ciudad de Arequipa y al día siguiente a Lima

 
Foto: Daniel Sparrow
 
Foto: Daniel Sparrow



Foto: Daniel Sparrow

 Muchas gracias a Daniel por sus aportes a esta crónica.