lunes, 12 de agosto de 2019

MATUCANA - HUARIQUIÑA - CATARATA LA TRANCA

Luego de un tedioso viaje por la Carretera Central, considerada como una de las mas peligrosas del continente, arribamos a la localidad de Matucana, ubicada en el Km 75 de dicha carretera, distrito que de alguna manera se esmera en promocionar sus recursos naturales, con la finalidad de difundir el turismo y atraer visitantes.

El distrito de Matucana se localiza a 11° y 12° Latitud Sur, 76° y 77° Longitud Oeste a una altitud de 2 398 msnm, según la Carta Geográfica del Perú.

Está ubicado hacia las afueras del departamento  de Lima a 75 km en dirección este por medio de la Carretera Central. La zona urbanizada mide aproximadamente 1 800 metros de largo y 500 metros de ancho, teniendo aspecto de un triángulo bastante irregular.

El distrito de Matucana está localizado en el valle del Río Rimac, río que desciende de los Andes peruanos hacia la vertiente hidrográfica del Océano Pacifico. 
Dos cadenas de formaciones montañosas ramificadas de la coordillera de los andes —comúnmente conocidas como contrafuertes— corren paralelo al río Rímac ubicándose al norte y sur de la ciudad. Su relieve ofrece accidentes geográficos notables.

La particularidad del distrito está en su clima seco y templado, siendo la contraestación del de Lima y a sólo 75  kilómetros de distancia, es decir, que mientras en la capital peruana hace frío, en Matucana hace calor.


Climatológicamente Matucana varía en las estaciones de otoño-invierno entre los 22 °C a 13 °C (siendo las mañanas de cielo cubierto con ligeras nieblas y a partir de las 11 un brillo intenso de sol hasta el atardecer)

Mientras que en las estaciones de primavera-verano la temperatura varía entre los 13 °C a 25 °C (siendo la totalidad del día soleado), llegando incluso a temperaturas que superan los 26 °C.”
(https://es.wikipedia.org/wiki/Distrito_de_Matucana).

Estando allí corroboramos, una vez mas, que Matucana esta lejos de poder administrar correctamente su potencial turístico. Para empezar fue muy difícil encontrar un lugar para estacionar el vehículo, así como encontrar a quien nos de información, sin mencionar que los servicios de alimentación y hospedaje todavía distan de alcanzar un estándar mínimo que les permita ser el centro o “Campo Base” del montañismo en esa zona.Afortunadamente nosotros estábamos bien documentados, con mapas, referencias y un GPS. 

A las Diez de la mañana damos inicio a la caminata. En un primer tramo de dos kilómetros por una antigua carretera afirmada, tal vez la antigua Carretera Central, llegamos hasta el anexo de Huariquiña, ubicado a la altura del kilómetro setenta y tres de la carretera central, a 2 150 msnm Se trata de una pequeña comunidad esencialmente agrícola y ganadera, gracias a sus fértiles tierras, regadas por sus afluentes, cataratas y manantiales, pudiéndose apreciar en los alrededores los cultivos de papa, alfalfa, maíz, trigo, cebada, habas, orégano y hortalizas, entre otros que pudimos reconocer, lo cual se complementa con una precaria actividad ganadera.

Desde ese pintoresco anexo tomamos, teniendo como referencia el cementerio, el camino de herradura que nos conduciría a la catarata La Grande o La Tranca, la cual hasta donde pudimos averiguar es poco visitada por el grado de dificultad que implica la subida. Trepamos a ritmo moderado, por un marcado camino en zigzag que nos condujo hasta una arboleda de sauces en la parte superior del cerro a donde llegamos aproximadamente al medio día. Allí, al pie un canal de regadío y una placa conmemorativa de la comisión de regantes de la zona, hicimos un alto para tomarnos un revitalizador cafecito. Desde ese punto continuamos por un camino relativamente plano que un lapso de una hora mas nos condujo hasta el pie de la catarata, ubicada a 2 900 msnm, luego de haber superado un desnivel de 750 metros y una distancia de aproximadamente siete kilómetros desde el punto de partida.


A eso de las tres de la tarde, iniciamos el retorno por el mismo camino, solo que en descenso, con mucho cuidado por la inclinación y los tramos rocosos, acompañados la mitad del camino por dos amables pobladores que regresaban luego de visitar sus chacras. Luego de casi hora y media de bajada, empezamos a divisar cada vez mas de cerca el anexo de Huariquiña, al cual llegamos aproximadamente a las cinco de la tarde. Desde allí recorrimos el tramo final al distrito de Matucana, quedando pendiente en nuestra agenda conocer las cataratas de Challape y el Velo de la Novia, ubicadas en esa localidad. Hasta la próxima.