viernes, 18 de agosto de 2023

CAMINATA A LA LAGUNA RAPAGNA 2023


Que mejor manera de poner a prueba el cuerpo, luego de cumplir cincuenta y tres años que con una caminata a la Laguna Rapagna en la provincia de Huarochirí, veinte kilómetros de distancia, mil metros de desnivel hasta llegar a los 4 500 msnm.

Salimos de Lima, un viernes de julio a las seis de la tarde desde el Cine Orrantia (hace años que no existe, pero como referencia no deja de ser útil) y llegamos a Chosica en aproximadamente dos horas, un largo viaje para una distancia muy corta. Una vez allí tomamos los carros con destino al distrito de San Mateo (kilómetro noventa y tres de la Carretera Central), los cuales salen del terminal ubicado en Jr. Arica y nos conducen a nuestro destino en aproximadamente dos horas.



Al exponernos altitudes superiores a 3500 msnm se producirá un descenso de la presión parcial de oxígeno en nuestro cuerpo, el que lo llevará a utilizar mecanismos compensatorios para mantener su funcionamiento normal. Así, un correcto proceso de aclimatación no sólo evitará los problemas asociados a la adaptación al nuevo ambiente a cotas altas, sino que será la clave para un buen rendimiento. Es así que aprovechamos nuestra estadía en San Mateo (3 000 msnm), para el proceso de aclimatación, logrando la estabilización de la frecuencia respiratoria y cardiaca aumentando los glóbulos rojos en nuestra sangre con el fin de optimizar el transporte de oxígeno hacia las células.

Al día siguiente, siendo las 6:00 am nos desplazamos a la localidad de Río Blanco, localizada en el kilómetro ciento dos de la Carretera Central, de donde partimos a las siete de la mañana.

                             

La caminata a la laguna implica recorrer las quebradas Copa y Chueco. El camino, de ida, es subida y no está señalizado, por lo cual es fácil desviarse si no se va con alguien que conozca la ruta o con un GPS y un mapa. Fue esencial no agotar las fuerzas y caminar relajados, ya que de a pocos se va tomando mayor resistencia y potencia. No olvidamos calentar antes de comenzar y durante el trayecto hicimos paradas para descansar cinco minutos por cada hora de camino evitando prolongar ese tiempo ya que los músculos se pueden enfriar.

La subida a la laguna puede resultar interminable y agotadora, pero la tomamos con calma, avanzando con pasos cortos en los tramos mas empinados. Lento pero seguro, manteniendo un ritmo constante, empezando en forma suave para entrar en calor y controlando en la medida de lo posible la respiración con una técnica llamada “Respiración Consiente”, una técnica que consiste en desviar la atención hacia diferentes puntos para fijarnos en las veces que inhalamos y exhalamos para facilitar la relajación de todo nuestro organismo fijando la atención cuando respiramos, de tal manera que si nos toma tres segundos para inhalar, debemos emplear seis segundos para exhalar vale decir que exhalamos el doble de tiempo que inhalamos, logrando así que el cuerpo minimice el ritmo vital ayudando con ello al bienestar físico y emocional.



Luego de esto pudimos aumentar el ritmo, siempre respetando los descansos en función de la dificultad y el cansancio de cada uno.

El tramo final va por una trocha que circula por el lado derecho de la quebrada que nos conduce a la entrada a la Laguna la cual nos coloca en la parte superior de ésta, es posible descender al nivel de la laguna, calculo unos cincuenta metros, pero con mucho cuidado.

Hasta este punto ya habíamos acumulado unas cinco hora de caminata, unos diez kilómetros de caminata y mil metros de desnivel, lo cual en su conjunto nos hizo merecedores a un buen descanso de casi una hora para tomar una revitalizante mezcla de café con cocoa, frutos secos, jamón serrano y galletas, lo cual sumado al descanso nos dio las energías suficientes para emprender el retorno, por el mismo camino, con mucha cautela y con la ayuda de los bastones de caminata.

                                   

Al descender, debemos tener mucho cuidado ya que el peso recae sobre las rodillas y los tobillos. En las pendientes y bajadas pronunciadas, aplicamos la técnica de clavar los talones a cada paso para mantener el equilibrio dando pasos cortos, flexionados y de ser necesario en zig zag. En subidas con mucha inclinación, apoyamos la punta de los pies y aprovechando las salientes de piedras o escalones, pero con mucho cuidado ya que es posible resbalar.

Estuvimos de retorno en Rio Blanco a las 5:00 pm y en San Mateo a las 6:00 pm. En este último lugar nos premiamos con una sopa a la criolla, una patazca y un trucha frita, luego de eso el cuerpo pedía descansar.