lunes, 26 de enero de 2015

TREKKING A LA LAUGNA ARCA DE HUAROCHIRÍ


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 Este fin de semana tuve la oportunidad de compartir con los amigos de Club de Montañeros Américo Tordoya (CMAT) una excursión a la Laguna Arca en la provincia de Huarochirí. Me permito, a título de antecedente, transcribir una crónica de Bruno Castro Pletikosic

 " Antecedentes etno-históricos:
Los alrededores de la laguna Arca y su poco concurrida ruta ofrecen al visitante insólitas historias y sucesos míticos de gran arraigo entre los naturales de la zona. A comienzos del siglo XX un socavón donde se explotaban diversos minerales cede, y entierra a más de una treintena de hombres. La naturaleza supersticiosa de los pobladores hace que no se procede a una búsqueda de sobrevivientes y el lugar queda abandonado. A fines de ese mismo siglo otra desgracia vuelve a enlutar el lugar: En una pequeña laguna un dique en construcción se derrumba sepultando a ocho comuneros. La gran mayoría de cuerpos no logran ser recuperados y el lugar termina convirtiéndose en un mausoleo natural, atribuyéndose al sitio la condición de lugar encantado. A pesar de todos estos antecedentes negativos, la cruz que se halla en la misma laguna es objeto de mucha veneración, y es en su honor que todos los años en el mes de mayo se hace una fiesta, que en perpetuo convite y baile parte desde el pueblo de Marachanca, recorriendo la acequia y reservorios que alimenta Arca. Del origen de ésta les relatamos a continuación una simpática leyenda obtenida gracias a la invaluable colaboración de doña Alberta León Aylas, nonagenaria habitante de la comunidad de Marachanca, quien la adquirió de sus abuelos, para narrarla tal y como se viene transmitiendo desde tiempos ignotos.... "Cuentan que un hombre de Marachanca, de apellido Chinchihuallpa y padre de 3 hijas, sufría por la falta de agua, necesaria para irrigar sus terrenos de cultivo y pastoreo. Cierta noche tuvo un sueño perturbador: Estando en las alturas se encontró con un hombre alto y blanco, de cabellos rubios y brilloso vestuario, montado en un caballo, el cual también se distinguía por su finísima montura. Éste lo detuvo y le dijo: Sé que sufres mucho porque no tienes agua. Dadme a vuestra hija, la más hermosa, y al amanecer verás llegar el agua hasta tu residencia... Luego de oír esto, el hombre se mostró escéptico, pero creyendo que era parte de una broma, aceptó la propuesta. regresó a su casa, tomó a su hija Angelina, la más bella, y regresó a las alturas, donde la dejó para que aquel hombre cumpliera con lo pactado. Al amanecer el hombre despertó asustado por el impresionante realismo de aquel sueño, pero más todavía al escuchar el sonido de las aguas que discurrían por una gran acequia, la cual llenaba el estrenado reservorio de su propiedad. El hombre blanco de sus sueños había cumplido con su parte de la promesa, pero el precio de ésta le causaría mayor desconcierto al no encontrar y descubrir que había perdido a su hermosa hija Angelina". Aún en nuestros días los lugareños creen que Angelina no desapareció y todavía vive como un demonio, hechizando y desapareciendo a los inadvertidos hombres que osan andar solos por la ruta que va de la pampa Huamuna hacia la laguna Arca. Los que han sobrevivido a sus encantos dicen haberla visto bañándose en las exiguas cascadas que llevan su nombre, muy cerca a ésta localidad..."

" Antecedentes etno-históricos:

Los alrededores de la laguna Arca y su poco concurrida ruta ofrecen al visitante insólitas historias y sucesos míticos de gran arraigo entre los naturales de la zona. A comienzos del siglo XX un socavón donde se explotaban diversos minerales cede, y entierra a más de una treintena de hombres. La naturaleza supersticiosa de los pobladores hace que no se procede a una búsqueda de sobrevivientes y el lugar queda abandonado. A fines de ese mismo siglo otra desgracia vuelve a enlutar el lugar: En una pequeña laguna un dique en construcción se derrumba sepultando a ocho comuneros. La gran mayoría de cuerpos no logran ser recuperados y el lugar termina convirtiéndose en un mausoleo natural, atribuyéndose al sitio la condición de lugar encantado. A pesar de todos estos antecedentes negativos, la cruz que se halla en la misma laguna es objeto de mucha veneración, y es en su honor que todos los años en el mes de mayo se hace una fiesta, que en perpetuo convite y baile parte desde el pueblo de Marachanca, recorriendo la acequia y reservorios que alimenta Arca. Del origen de ésta les relatamos a continuación una simpática leyenda obtenida gracias a la invaluable colaboración de doña Alberta León Aylas, nonagenaria habitante de la comunidad de Marachanca, quien la adquirió de sus abuelos, para narrarla tal y como se viene transmitiendo desde tiempos ignotos.... "Cuentan que un hombre de Marachanca, de apellido Chinchihuallpa y padre de 3 hijas, sufría por la falta de agua, necesaria para irrigar sus terrenos de cultivo y pastoreo. Cierta noche tuvo un sueño perturbador: Estando en las alturas se encontró con un hombre alto y blanco, de cabellos rubios y brilloso vestuario, montado en un caballo, el cual también se distinguía por su finísima montura. Éste lo detuvo y le dijo: Sé que sufres mucho porque no tienes agua. Dadme a vuestra hija, la más hermosa, y al amanecer verás llegar el agua hasta tu residencia... Luego de oír esto, el hombre se mostró escéptico, pero creyendo que era parte de una broma, aceptó la propuesta. regresó a su casa, tomó a su hija Angelina, la más bella, y regresó a las alturas, donde la dejó para que aquel hombre cumpliera con lo pactado. Al amanecer el hombre despertó asustado por el impresionante realismo de aquel sueño, pero más todavía al escuchar el sonido de las aguas que discurrían por una gran acequia, la cual llenaba el estrenado reservorio de su propiedad. El hombre blanco de sus sueños había cumplido con su parte de la promesa, pero el precio de ésta le causaría mayor desconcierto al no encontrar y descubrir que había perdido a su hermosa hija Angelina". Aún en nuestros días los lugareños creen que Angelina no desapareció y todavía vive como un demonio, hechizando y desapareciendo a los inadvertidos hombres que osan andar solos por la ruta que va de la pampa Huamuna hacia la laguna Arca. Los que han sobrevivido a sus encantos dicen haberla visto bañándose en las exiguas cascadas que llevan su nombre, muy cerca a ésta localidad..."

 
 
  
Partimos con Daniel Sparrow y Griselda Aparicio el sábado 01 de noviembre del 2014, muy temprano de Matucana (2380 msnm) con destino a caserío de Marachaca (2700 msnm), ubicado aproximadamente a tres kilómetros al este. En Marachaca nos encontramos con los amigos del CMAT y luego de almorzar en el restaurante Allin Mikuy de propiedad del amable amigo Einstein, partimos con destino a la Pampa Huamuna (3800 msnm).

Hasta ese punto la ruta fue muy exigente y prácticamente no había camino, solamente los rastros y vestigios de un camino que solamente pudo existir en nuestra imaginación. Definitivamente esto fue como correr una maratón a ritmo de carrera corta, con una mochila de quince kilogramos en la espalda. Todo un reto.

 


 


Al atardecer llegamos a la Pampa Huamuna, muy cansados, solo con fuerzas para ver la puesta del sol,  armar las carpas, cenar algo  y dormir.

 A la mañana siguiente nos levantamos muy temprano, a eso de las cinco de la mañana y luego de un rápido desayuno dimos inicio al segundo día de caminata solamente con el equipo básico: una pequeña mochila de ataque, agua y alimentos, el resto del equipo lo dejamos en el campamento.  El camino con condujo por una quebrada entre los cerros Caurac y Nahuin que finalmente en un tramo de casi cinco kilómetros condujo al grupo a la Laguna Arca (casi a 4000 msnm). De allí el doloroso regreso al campamento y luego a Matucana, don del grupo arribó pasadas las siete de la noche.


 

 (1) Foto copiada de la cuenta Facebook del CMAT, posiblemente de Bruno Castro