lunes, 11 de mayo de 2020

HUAYTAPAYANA 1998


" Y otra vez fluyen leves los dones del recuerdo
cuando el mundo se extingue en silencio
y los ojos premunidos de escarcha apenas existen
persiste el eco de las voces ...
todavía, Vamos cada quien con su historia...."

(Fragmento del Poema Invierno del poemario Estaciones,
de Miguel Ángel Huamán Villavicencio, Lima 1985)
HUAYTAPAYANA Y LA VIRGEN DE LAS NIEVES:


CUESTIONES PREVIAS:

Después de mucho tiempo el almanaque nos regalaba un fin de semana sorprendentemente largo: 05, 06, 07 y 08 de diciembre de este año 1998. Consientes de esto, dos semanas antes nos reunimos Saúl Cárdenas y yo a efectos de planear una interesante expedición de montaña. Las alternativas fueron muchas: La Reserva Nacional de Paracas, Las Loberías de Marcona, el cauce del Río Grande hasta su desenbocadura, etc. Sin embargo, considerando que la temporada de alta montaña llega a su fin, devido al inminente comienzo de la temporada de lluvias, decidimos llevar a delante una expedición de montaña en el Departamento de Junin, a la Zona de los Nevados Tunshu, Tucumachay, Manon Uno, Manon tres y otros, en la cual adicionalmente conoceríamos las lagusnas de Azul Cocha, Huaylacancha, Carhuacocha y Tembladera. 


CUESTIONES LOGÍSTICAS:

Consientes de que la temporada de lluvias se avecina, no dudamos en seleccionar en primer lugar el equipo adecuado: Carpas preparadas para la lluvia y nieve, Ponchos para Lluvia, casacas de Goretex con capucha, covertores para la mochila, etc. Adicionalmente y atendiando a que no conocíamos la ruta, nos equipamos con las Cartas Nacionales de la zona, que por esas cuastiones de la Ley de Muphy, se encontraba distribuida en cuatro cartas: Matucana(24-K), La Oroya(24-L), Huarochirí (25-K) y Yauyos(25-L), las cuales nos servirían para trabajar la ruta complementariamente con el GPS Magellan 2000XL, compañero inseparable de nuestras últimas expediciones. Y por supuesto el equipo para el frío, casacas de polartec o plumas, según el gusto de cada uno, cocina, alimentos deshidratados, y demás cachivaces que resulta osioso mencionear. Finalmente teníamos listas las mochilas con un peso promedio cada una de 18 Kg.


RESCATANDO AL SOLDADO SANDRO:

Sandro Ormeño, un viejo amigo mío con el que una vez en el año 1990 recorrimos el camino al bosque de Zárate, en mi opinión una de las rutas clásicas de montaña del valle del Rimac, estuvo casualmente en mi casa durante una de las muchas reuniones de planificación de la expedición y se animó, virtualemnte a última hora, a ir con nosotros. Debo se sincero, yo albergué mis dudas, por que hacía casi diez años que no salía a la montaña, pero habían algunos factores a su favor: no fuma, no consume licor en exceso, muy poco café, (no se cuanto sexo), es muy delgado y alto, por lo que por lo menos ya eran puntos en su favor. Con relaciòn al equipo procedimos a recomendarle a un amigo que alquila equipo indicandole que era lo fundamental: Casaca de plumas o polartec, casaca para la lluvia, mochila de escalada de 80 L. Con relaicón a lo demás: Botas, ropa, comida, etc, no fue problema para el conseguirlo. Pero Saúl y yo estabas preocupados por Sandro, no sabiamos a ciencia cierta como le iba a ir, pero asumimo el riesgo y en todo caso estaríamos dispuestos a Rescatar al Soldado Sandro.


¡BAJA PACHACAYO!

Sábado, 5:45 am, llama Sandro por teléfono a mi casa para decirme que estaba listo y en camino para darme el alcance. 
6:20 am, Sandro llega a mi casa, ultimamos algunos detalles de orden técnico y partimos para la casa de Saúl.
7:00 am estamos ya en la casa de Saúl, ultimanos algunos detalles, nos comimos uns ricos bombones de chocolate rellenos con menta echos en casa por la mamá de Saúl y partimos rumbo al Centro de Lima y ante la dificultad de conseguir transporte, nos movilizamos a Hiervateros, donde en cuestión de media hora estábamos partiendo rumbo al centro del país por la carretera central.


Tras una breve parada en un restaurante de ruta para almorzar, cerca a La Oroya, donde nos empujamos una rica sopa criolla (con carne, leche, huevo, fideos, orégano y en mi caso mucho ajo). Siendo aproximadamente las 2:00 pm arribamos al poblado de Pachacayo, ubicado en la carretera Central a 45 km al Sur Este de La Oroya, lo que vialmente se constituye como el desvío a la SAIS TUPAC AMARU y al distrito de Canchayllo y para nosotros a los nevados y lagunas del Pariacaca. Nos encontrabamos aún lejos de nuestro destino, pero se ubicaban allí varias personas que prestaban servicio de movilidad. Conversamos con uno de ellos, el cual nos dijo que lo mejor era movilizarnos primero al distrito de Canchayllo donde sería relativamente más facil conseguir movilidad. y en efecto, dicho señor por S/ 5,00 nos movilizó al mencionado distrito y nos adelanto que el transporte a la laguna Huaylacancha (nuestro punto de partida) nos costaría aproximadamente S/ 80,00, lo cual coincidía con la información que previamente habíamos recopilado en Lima. En Canchayllo, nos entrevistamos con el Alcalde, el cual nos dió la información sobre la zona. hasta ese momento todo bien.


Sin embargo los problemas empezaron cuando los transportistas trataron de sacar provecho de nosotros y nos pidireon hasta S/ 150,00, solamente de ida, por movilizarnos hasta, y una suma similar por recogernos el diá martes al medio día, el precio nos pareció exorbitante, puesto que dicho servicio cuesta en promedio S/ 70,00, lo cual nos fue confirmado de manera REITERADA por los pobladores de Canchacayo, los cuales nos informaron que ese Señor transprotista paellidado Morales, era el el "Rey del Transporte" y que tenia varias unidades y que tenía la costumbre de sacer provecho en situaciones como la nuestra. Bueno, finalmente ya estábamos allí, y soles más o soles menos, no podíamos abortar nuestro proyecto. Sin embargo de manera confidencial los porbladores nos dieron a entender que no era seguro que nos fueran a recoger tres días después, lo cual realmente nos preocupó puesto que no podíamos arriesgarnos a terminar la ruta y quedarnos varados en una zona inospita, a 50 Kilómetros de la carretera Central, en ralidad era mucho riesgo para nosotros en ese sentido, por lo que decidimos de manera unánime ABORTAR la expedición y regresar a la Carretera Central.

TRES TRISTES TIGRES EN BUSCA DE UN PLAN "B":

Eramos tres tristes tigres al pié de la Carretera Central, en el departamento de Junín, y si bien no teníamos un sobre sellado con la notaciòn "Abrasé en caso de emergencia", tampoco estabamos perdidos en el espacio impedidos de elaborar un "Plan B", en funsión del tiempo y del equipo del que disponíamos.

Las alternativas para elaborar el "plan B", fueron las siguientes: La Gruta de Guagapo, la cual fue descartada por no contar con el equipo adecuado para ingresar a la gruta; El bosque de piedras de Huayay. el cual fue dedcartado por motivos de seguridad, es decir es mejor ir con un grupo más numeroso; y fianlmente nuetra elecciuón fue el NEVADO HUAYTAPAYANA.


Ya con nuestro destino nuevamentre trazado, nos dirigimos a la ciudad de Huancayo, una ciudad desconocida para mi, más no para Saúl quien fungiría de guia. Eran las 6:30 pm cuando llegamos y practicamente habíamos perdido un día, por lo que lo más importante en ese momento para nosotros era recopilar la información de la ruta al Huaytapayana. Luego de pasar por dos agencias de de turismos convencional en la Calle Real, terminanos, por recomendación de una de ellas("Huanca Tours"), en una Pizzería Pub denominada LA CABAÑA (Av. Giraldes Nº 652), en la cual fuimos atendido por su dueño, el Señor Luis Hurtado, el cual por lo que vimos se encuentra dedicado al Turismos de Aventura y era un Experto Conocedor de la zona turistica de Huancayo y del Valle de Mantaro. Lucho Hurtado, muy amablemente nos trazó una ruta de 20 Kilometros que partía del Kilómetro 29 de la carretera al Noreste de Huancayo, recorriendo los siguientes puntos: Laguna Carhuacocha, Laguna Cocha Grande, Cerro Yanauccha, pampa Doble coto, Laguna Lazo huntay, Quebrada Huishna, Quebrada Ronda, hasta la exhacienda Acopalca. Incluso no facilitó la Carta Nacional para poder trabajar la ruta con el GPS. Resultó que Lucho también era dueño de un alberge de puta madre denominado "La Casa de la Abuela"(Av. Giraldes Nº691), una casona, tal vez de los años cuarenta, impecablemente conservada, con acabados en madera, calida, acogedora, con un amplio jardín interior, un lugar obligado para los turistas amantes de la aventura y el buen servicio.


Ya con el plan trazado, grcias a Luis Hurtado, aprovechamos para dar una veultita por la ciudad de Huancayo antes de dormir e iniciar nuestra ruta al día siguiente. Nuestro breve y sano recorrido comenzó con un deliciosa Pizza en LA CABAÑA, la cual acompañamos con un Show de música andina en vivo, dándonos el gusto de pedir a los músicos interpreten el HUAYAYAY, mediante la clásica anotación del pedido en un servilleta y con dedicatoria incluida. Luego, por curiosidad fuimos a conocer la disco de moda en la cidudad, así es que consultando a un taxista, estuvimos un par de horas en la Discoteca "LA Noche" donde tuve la oprutnidad encontrarme con un amigo del colegio, Christian Chang, que no veía hace doce años, el cual se encontraba en la ciudad con motivo de una evento nacional relacionado con la MACA ANDINA o algo así.

Fue una noche tranquila y de gratos encuentros, no solo con mi amigo del colegio, sino con unas amigas de Huancayo que conocimos en la disco, pero todo terminó temprano por que la Aventura se iniciaba al día siguiente. 

KM 29 Y LA VÍRGEN DE LA NIEVES:

A la mañana siguiente, en la Calle Olaya, contratamos un vehículo que por S/ 50,00 nos condujo por la carretera a al Noereste de Huancayo, hasta el punto más alto de la misma, esto es en el el Km. 29, (a 29 Kilometros de de Huancayo) donde se encuentra un icono alusivo a la "Virgen de las Nieves" y un restaurente de carretera donde aprovechamos para igerir un calientito y sabroso mate de coca. Nos encontrabamos a 4 590 m.s.n.m, y no puedo negar que la altura nos afectaba un poco (a Saúl tal vez no tanto por que el era el reciócrata del grupo) así es que inciamos la caminata de manera lenta para ir adaptandonos de manera progresiva. En una primera etapa y tras superar un desnivel de casi 200 metros y una distancia de 2 kilómetros, arribamos a la Laguna Carhuacocha, pudiendo divisar desde allía parte del Huaytapayana. Ya aclimatados y en una segunda etapa asaltamos la Laguna de Cocha Grande, en un desnivel de 300 metros y una distancia de 2 Kilómetros, Saúl por la cota de los 4 600 m.s.n.m. por el lado derecho y Sandro y yo por el lado izquierdo ,muy pegados al cerro Yanaucsha, por que en realidad no había un canmino marcado y por lo tanto no había formulas para asaltar la laguna, todo era a ojo de buen cubero y siempre desde la posisiòn de uno la ruta elegida por el otro se verá más facil y viseversa.


Casi al pié de la laguna Cocha Grande, a 4 750 m.s.n.m. la vista era por demás increible, el nevado Huaytapaya en su cara sur, y el glacial que descendía hasta dar origen a la laguna realmete de pelicula, casi a las 5:30 pm. con fuertes vientos que azotaban nuestros cuerpos y con las ganas de seguir adelante.

El siguiente paso de nuestra expedición implicaba alcanzar un abra ubicada a 4 900 m.s.n.m., a 4 kilometros de distancia para luego descender a 4 700 m.s.n.m. No pudiendo arriesgarnos a que nos sorprenda la noceh en el intento puesto que las condiciones del terreno, el clima y el grado de inclinación de la pendiente no nos permnintiría acampar en las mejores condicioenes

Consultando los mapas y el GPS, llegamos a la conclusión que dicha operación nos tomaría por lo menos seis horas por lo que, a efectos de no correr riesgos innecesarios, procedimos a armar el primer campamento, al pie de la laguna y con una privilegiada vista al nevado. Eran las 6:00 pm, nos aprovisionamos de agua, aprovechamos para tomar las fotos de rigor a 50, 80, 135 y 200 mm, efecuar un análisis parcial del desenvolvimiento del grupo, en especial del Soldado Sandro que para nada nos había decepcionado. A las 7:00 pm cenamos, luego de superar un pequeno impase con la Cocina MSR, impase cuya responsabilidad asumo directamente por no haberla revisado minuciosamente antes de partir. Sandro y Saúl comieron una crema de algo (esparragos tal vez) convinada con esa seca y tripuda salchicha italiana denominada cabanozzo. Por mi parte yo consumí una sopa instantanea Knorr de manufactura argentina, acompañada con su tripuda salchiccha italina y unos tamalitos mexicanos (una suerte de pasta de maíz rellena de una suerte de pasta de frejoles con carne), nada que ver con los tamales peruanos que desayuno todos los domingos y para que baje un matesito, por supuesto.


Barriga llena y todo eso, procedimos a dormir o mejor dicho intenté dormir. Recuerden que estabos casi a 4 800 m.s.n.m. y la proporción de oxigeno es menor al de la costa y siempre es jodido dormir la primera noche a esa altura. En lo personal, lo que ocurre conmigo es que cuando estoy por "quedarme dormido" enpiezo a concebir una surete de sueños estresantes o pesadillas ligeras (Light Nightmare), las que no concibo para nada el Lima, las cuales a su vez me impiden conciliar plenamente el sueños, en un inicio, ahsta que finalmente duermo. 

Esa noche nevó, afortunadamente las dos carpas que llevamos, una Out Bond y otra, estaban preparadas para la lluvia y para la nieve. A las seis de la mañana salimos de la carpa y todo absolutamente todo estaba cubierto de nieve, calculo unos diez o quince centímetros, y nosotors sencillamente en medio de ese inmenso manto blanco y frio, siempre al pie de la laguna y del nevado Haytapayana el cual a esas alturas practicamnte nos había dado en alcance. Si fueramos creyentes tal vez diriamos que ese fue un regalo de la Virgen de las nieves, pero en nuestro caso solo podremos decir que tuvimos la suerte de que nevara.

WALK AROUDN THE CLOCK:

Eran las 7:30 am, y desayunamos mate, granola "Lonchera" (en mi opinión la mejor del mercado) yogurt, galletas, pate, y otros menjunjes muy sabrosos. leventamos el campamento, cosa que yo odio con toda el alma, y nos vestimos con la indumentaria adecuada para cruzar el abra sin nombre, en mi caso un pantalon de algón (buzo), con una licra de trekking debajo (por si hay que sacarse el pantalón), un polo de prolipopileno de VauDe que me ayuda a eliminar el sudor y me mantiene seco y la casaca de Pollartec, para el frio. Bien, todos listos y vestidos para la ocasión. se da inicio a la caminata y a los cinco, literalemnte cinco, minutos y al amapro de lo prescrito por la ley de Murphy, empieza la lluvia, por lo que tuvimos que parar, abrir la mochila y vestirnos para la lluvia, lo cual en esas condicones era un poco jodido, pero lo hicimos, en menos de dos minutos estabamos con las casacas de Gore Tex, los protectores para las mochilas y en el caso de Saul su recio poncho para lluvia la estilo Vietnam, pero naranja.


Bajo la lluvia y la niebla teníamos la obligación de ubicar el abra, pero la dificultad no solo estaba constituida por la altura (4 800 m.s.n.m.), la pendiente determinada por el fuerte desnivel (45º) en una distancia tan corta (2,5Km), la lluvia y la nieble, sino que muy aparte de eso, llegar al abra implicaba superar un sistema de pequeñas quebradas y cadenas de cerros que nos desorientaban, por lo que la consulta al GPS era obligatoria, pero nuestra capacidad de observacuón era lo más importante, ver la silueta de la montaña entre la niebla reconocer los pasos, etecétera, por que recuerden que el GPS consibe las rutas en Linea recta, lo cual en la realidad no es así por que hay que flanquear obstáculos naturales: pero eso si, estoy seguro que sin ese aparatito y el buen ojo de Saúl nos hubieramos extraviado en medio de la niebla inebitablemente.

Cerca de las 12:00 pm. asaltamos el abra sin nombre ( UTM: S18, 495234E, 8679425N), con lluvia, niebla y mochila al hombro, de allí trasé en el GPS la ruta a la Laguna Huntay, arrojandome el aparato una distancia de 3,5 Km en liena recta.Caminamos cerca de dos horas y la distancia que marcaba el aparato era la misma y una hora después era igual..¿que coño pasaba?, ¿los satélites del que depende el GPS estaban fallando?, ¿había yo programado mal la ruta?, ¿era acaso una broma de mal gsuto del DoD?, no, lo que pasaba es que para llegar a la laguna estaba bordeando una montaña, el monte Yanaucsha, trazando la ruta real una suerte de arco o semi circunferencia al rededor de la laguna, por lo que siempre estábamos a la misma distancia. Luego de bordear dicho derro, llegamos y vimos por fin la laguna, hermoza, al pie de la cara oeste del nevado Huaytapayana, la laguna estaba a 4 750 m.s.n.m. y nosotros a 1, 5 Kilometros de distancia, pero separados por unsdesnivel de 150 metros, casi un precipicio entre la laguna y nosotros, por lo que preferimos no llegar a la laguna y conformarnos con las fotos de lejos.


Para suete nuestra, luego de cinco horas de lluvia y granizo, el sol asomó por lo que aporvechamos para almorzar: pasas, maní, chocolates, y los infaltables Power Bar, etc y descansar. Luego procedimos a ejecutar la última etapa de la ruta, descendimos 500 metros de altura en hasta la quebrada Huishna la cual empalmamos con la quebrada Ronda, la cual luego de seis horas de caminata y nueve kilómetors, nos conducjo a la exhacienda Acopalca, siendo acompañados en el último tramo por dos simpáticos niños de la zona, elegantemente vestidos con un chalequito negro con motivos andinos, no se si por casualidad o como parte del Marketin turístico de la zona, pero en todo caso nos encantó el detalle.

En Acopalca nos brindaron para pernoctar uno de los ambientes de la excasa hacienda (ah!!!, que tiempos aquellos) la cual se encontraba lamantablemente en muy mal estado, pero para nosotros fue suficiente. Cenamos un mexicano arroz con frejoles que venía en caja (de venta en Wong) que no me salió muy bien, por eso de que es una joda preparar arroz en la sierra, y a dormir, muy cansados pero sanos y salvos, sin bajas y solamente un masoquistas y satisfactorios cansancio propio de la gente que hace montaña.

DE REGRESO A HUANCAYO, (VOLVEREMOS):

Sandro regresó a Lima el mismo 08 de diciembre al medio día, quería estar bien descansado para trabajar al día siguiente. por nuestra parte Saúl y yo nos quedamos para recorrer con fines turísticos recoriendo el valle del mantaro hasta terminar en Igenio donde almorzamos un delicioso Chicharón de Trucha y luego fuimos a Concepción donde disfrutamos de las fiestas típicas de la reguón. 

El día nueve, gozamos de las instalaciones del Alberge de Luis Hurtado ("La Casa de la Abuela") en un relajo total: Tennis de Mesa, Fulbito de Mano, Sapo, Lectura, etc y luego a Lima a trabajar para vivir. 

Definitivamente tenemos pensado volver a la zona de Huancayo por que el potencial turístico (especialmente enfocado a las actividades de montaña) en excepcional no solo para rutas de Trekking y escalada, sino para rutas de ciclismo de montaña. Volveremos.

AGRADECIMIENTOS:

A las personas:

A Lucho Hurtado, por su amabilidad, y por el excelente servicio prestado en tanto en la Casa de la Abuela como en La Cabaña. A la Señora de Hurtado por su amable trato en la Casa de la Abuela donde estuvimos hospedados.

Al Alcalde de Canchayllo (Hector Dionisio Cochachi), por sus buenas intensiones

A Sandro, por su buen humor, y por habern caminado bien.....

A Saúl por su buen ojo para la ruta....

A mis socios del Estudio que se encargaron del mismo durante mi ausencia.....

A las cosas:

Al GPS, el cuarto miebro de la expedición, al equipo para la lluvia que nos mantuvo siempre secos y a los tamales mexicanos y sus 800 calorías que me dieron la energía necesaria para llevar adelante la caminarta.

EL SOUND TRACK: 

El Huayayay de los Kjarkas,